¿Es seguro el uso de huevo crudo en algunas recetas?

El huevo es un ingrediente de riesgo independientemente de si utiliza crudo o cocinado ya que muchas veces tendemos a cocinarlo poco. La mejor manera de reducir el riesgo es teniendo conocimiento de los posibles riesgos y de cómo manejar los huevos antes de utilizarlos y como preparar y conservar las recetas en las que se utiliza.

Las recetas en las que se utiliza huevo crudo son bastante habituales. Las más frecuentes son el mouse de chocolate, la mayonesa y el merengue.

La prevención comienza desde el momento en que compramos los huevos. Estos se deben comprar en lugares de confianza y que sean provenientes de granjas registradas. 

A pesar de que los huevos en las tiendas se compran a temperatura ambiente, en casa se deben conservar siempre en refrigeración. Es importante evitar la condensación o el lavado de la cáscara antes de conservarlos. Es importante saber que la cáscara del huevo es permeable y puede dejar pasar microorganismos.

Una vez elaborada la receta, si lleva huevo crudo o poco cocinado, se deberá conservar en refrigeración y ser consumida en un periodo máximo de 24 horas.

¿Es necesario remojar la avena?

La avena en copos no es necesario remojarla para consumirla. Este tipo de avena ya viene lista para consumir. Lo que pasa es que a veces, debido al contenido en los llamados antinutrientes, pensamos que por comer avena no vamos a poder aprovechar los nutrientes de otros ingredientes. para que esto ocurra deberíamos tener un consumo grandísimo de avena y de otros cereales y semillas integrals, de tal manera que se produzca un desplazamiento de otros alimentos de la dieta. Tendríamos por lo tanto una dieta poco equilibrada.

Dudas acerca del uso del jengibre.

Podemos consumir el jengibre de dos formas diferentes, jengibre fresco o jengibre en polvo. Escoger una u otra dependerá de nuestro gusto y de la cantidad y frecuencia de su consumo.

El jengibre fresco suele tener un tamaño no muy pequeño y el tiempo de conservación será de aproximadamente un mes en frío y bien cubierto para evitar que coja humedad. También existe la posibilidad de congelarlo ya cortado y así alargar el tiempo de conservación.

El jengibre en polvo es más fácil de conseguir, se conserva durante mucho más tiempo y generalmente es más barato. 

La mayor diferencia se encuentra en el sabor ya que el jengibre fresco es mucho más aromático que el jengibre en polvo y además tiene un puntito picante que se pierde bastante en el jengibre en polvo.