Alimentos con vitamina D.

La vitamina D es una vitamina liposoluble, esto quiere decir que se encuentra disuelta en la fracción grasa de los alimentos. La vitamina D es una de las vitaminas más importantes para la salud ya que participa en muchísimos procesos metabólicos. El proceso más conocido en el que participa la vitamina D es el metabolismo del calcio para la formación de estructuras como el esqueleto o los dientes. pero aunque durante muchos años sólo se ha vigilado la vitamina D con esta función, actualmente se sabe que la función de la vitamina D es mucho más importante porque participa en el buen funcionamiento del sistema inmune y además tiene una función reguladora de la diferenciación celular.

Cada vez es más frecuente que haya personas que presentan un déficit de vitamina D. En estos casos se recomienda además de la suplementación con vitamina D aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina D aunque los alimentos no son la principal fuente de vitamina D.

Los principales alimentos que aportan vitamina D son los pescados grasos. Uno de los alimentos que contiene mayor cantidad de vitamina D es el aceite de hígado de bacalao, algo que tradicionalmente se ha utilizado para prevenir el raquitismo en niños.

Vitamina D del sol.

La principal fuente de vitamina D es endógena. Esto quiere decir que se forma en nuestro cuerpo. Pero para ello es imprescindible la radiación solar. Cuando los rayos solares inciden sobre la piel activan la formación de los precursores, las sustancias que inician la formación de la vitamina D que termina en el hígado.

Sin embargo esta fuente de vitamina D cada vez es más escasa por las recomendaciones de protección frente al sol. Así que para activar la formación de vitamina D tenemos que tener en cuenta que harían falta unos 10 - 20 minutos de tomar el sol sin protección. Por supuesto que hay que evitar el exceso de sol a toda costa pero también hay que favorecer la activación de la fuente que nos proporciona al menos el 80% de la vitamina D que necesitamos.

Al freír los alimentos en abundante aceite estos absorben o recogen parte del aceite de fritura. El problema de los aceites de fritura es que al alcanzar altas temperaturas empiezan a desnaturalizarse y dependiendo de su punto de humo pueden incluso formarse compuestos peligrosos para la salud. El punto de humo es la temperatura máxima a la que se puede someter el aceite antes de que empiece a humear y a desnaturalizarse.