¿Sabes distinguir entre un alimento procesado saludable y uno procesado no saludable?

Seguro que has oído alguna vez la frase “come solo alimentos frescos naturales porque los procesados son malos para la salud”.

Estas frases tan categóricas evidentemente no pueden ser ciertas. Piensa que cualquier alimento que haya pasado por un proceso de recolección, corte, lavado, pelado, etc es un alimento procesado. La lechuga que compras en el supermercado envuelta en su bolsa de plástico es un alimento procesado, ha pasado por una empresa que la ha recogido, cortado las raices, a veces lavado y etiquetado ( esto no siempre) para ponerla a la venta. Y aún así se trata de un alimento saludable, un procesado saludable.

Esto que puede parecer una exageración con el ejemplo de la lechuga, lo podemos aplicar también a otros alimentos que son poco procesados o transformados para su venta, carnes, pescados, frutas y otras verduras frescas. Estos alimentos están muy poco procesados.

Otros alimentos como por ejemplo los congelados, que nadie duda que son procesados solo son sometidos a limpieza, corte y congelación. Me refiero por supuesto a alimentos y no a platos precocinados. De esta manera puedes encontrar fácilmente frutas, verduras, carnes y pescados listos para cocinar. Son también buenos procesados.

Si vamos un paso más allá encontramos las conservas, en las que además de limpiar y cortar se suelen someter a un tratamiento por calor que transforma el alimento y alarga su conservación. Un ejemplo serían las conservas vegetales que están listas para comer y las conservas de pescados.  Al igual que en el caso anterior descartamos las conservas de platos preparados o precocinados.

Actualmente existen también otros alimentos procesados saludables. Se trata de las frutas y verduras de cuarta gama. Son alimentos envasados frescos y listos para consumir como por ejemplo fruta pelada y cortada o verduras lavadas listas para consumir o cocinar envasadas al vacío o en atmósferas modificadas.