Parece que sólo por cambiarle el nombre y llamarle muffin en lugar de magdalena esta receta tan típica de la repostería tradicional acaba de llegar a nuestras manos. En el caso de los muffins o magdalenas, como se han llamado tradicionalmente en España, la influencia del mercado americano ha sido enorme. Es verdad que los muffins son mucho más vistosos y aparentes que nuestras simples magdalenas pero yo te propongo que hagas un apaño.

Preara tu receta favorita de magdalena en una cápsula de las típicas de muffin, de sas que tienen color blamnco o marron y que están plegadas de manera muy sencilla. Ya se que hay algunas cápsulas preciosísimas con muchísimos motivos de decoración, pero no son fáciles de encontrar, quiero decir que no se suelen vender en los supermercados y además tienen por lo general, un precio bastante elevado.

Así que la solución es preparar tus propias cápsulas de muffin en casa. Sólo necesitas tijeras, papel de horno, un vaso que quepa dentro del molde metálico par hornear y un poco de tiempo para hacer trabajos manuales.

Es importante el tema del vaso porque te va a ayudar a dar buena forma a los pliegues del papel para que luego el resultado sea espectacular.

Una vez plegados, al colocarlos en el molde verás que tienden a salirse, como a querer escaparse, pero no te preocupes porque en cuanto eches dentro de cada cápsula la masa, su propio peso la va a sujetar.

Recuerda que al igual que el los típicos moldes de magdalenas deberás llenar cada cápsula 2/3 de su capacidad para evitar que al hornear se te salga la masa y se desparrame afeando y manchando las cápsulas.