Diferencias entre calamares frescos y calamares congelados.

Cuando vamos a hacer la compra para preparar un plato de calamares muchas veces se nos plantea la duda de comprar calamares frescos o congelados.

Los calamares frescos hay que limpiarlos ya que casi en ninguna pescadería los limpian, y los calamares congelados vienen limpios y listos para cocinar, aunque es necesario descongelarlos con antelación. Así que si es por tiempo las dos opciones requieren tiempo previo al cocinado, los frescos para limpiarlos y los congelados para descongelarlos.

Nutricionalmente hablando no hay diferencia entre ellos. Los dos, tanto congelados como frescos tienen la misma composición nutricional. Sin embargo si que hay una gran diferencia y es el sabor. Los calamares frescos tienen muchísimo más sabor que los calamares congelados limpios.

Otra opción sería congelar los calamares frescos en casa y esto lo puedes hacer recién comprados o previamente limpios, son buenas cualquiera de las dos opciones.

La última opción, que no está disponible en todas partes es comprar los calamares congelados sin limpiar. En cuanto al sabor esta opción sería igual que si los compras frescos.

Te habrás dado cuenta que la diferencia de sabor está sobre todo en comprarlos limpios o no y esto es debido a que cuando los compramos limpios se les quita la piel, esa especie de telita finita que los recubre, que les sirve para camuflarse de sus depredadores cambiando de color. Si quieres potenciar el sabor de tus calamares no se la quites al limpiarlos. Además les dará un tono rosado precioso sobre todo cuando se hacen a la plancha.

¿Cómo podemos preparar los calamares?

Los calamares son ingrediente de múltiples recetas. Calamares en su tinta, arroz con calamares, calamares con patatas, con guisantes, a la plancha. Si las enumero todas no pararía de escribir.

Como son un ingrediente muy sabroso combinan genial casi con todo y nos permiten preparar platos muy variados. En general las recetas con calamares son fáciles de hacer y dan un resultado de sabor estupendo. 

Una de las recetas más fáciles es hacerlos en la sartén en su propio jugo con un chorrito de limón un poco de ajo y perejil. Es una receta muy sencilla que puedes utilizar de aperitivo o acompañarla por ejemplo de un arroz hervido o de unas patatas cocidas con un chorrito de aceite de oliva y pimentón para poder preparar una comida completa.