Año Nuevo y propósitos de buena voluntad.

El último día del año suele ser un día para disfrutar, para celebrar. Un día en el que normalmente se cometen bastantes excesos con la comida y la bebida. Pero como yo siempre digo un día es un día y mañana ya volveré a mi alimentación habitual.

¿Pero que ocurre si esa alimentación habitual no es tan saludable como debería? La respuesta es que ese día de excesos deja de ser puntual y se convierte en habitual, es decir, no me va a permitir mantener un peso saludable y un buen estado de salud a largo plazo.

Pero no quiero aguarle la fiesta a nadie así que hoy sigue siendo un día para celebrar, pero mañana espero que sea un día de reflexión y de buenos propósitos. Esto creo que suele ser bastante frecuente. Los fumadores se plantean dejar de fumar, las personas que llevan una vida sedentaria planean ir al gimnasio todos los días y aquellas personas que tienen sobrepeso comienzan a tratar de perderlo antes de que llegue el verano.

Haz que la alimentación saludable esté presente en tu día a día.

La verdad es que todos estos propósitos están genial, pero para llegar a la meta es importante empezar a caminar así que en el tema de la alimentación saludable te re comiendo que empieces poco a poco a cambiar aquellos hábitos alimentaros poco saludables.

Una de las maneras más fáciles es comenzar a mejorar el desayuno. Generalmente el desayuno es una de las comidas que peor hacemos del día, bien por las prisas o bien porque no le damos suficiente importancia. ¿Sabes que con un buen desayuno vas a conseguir dejar de picotear durante toda la mañana? Creo que si este es tu caso merece la pena intentarlo.

Una vez que conseguimos instaurar un buen hábito es más fácil seguir realizando cambios, aunque sean pequeños, en la alimentación. Verás como se nota la diferencia.