Intoxicaciones alimentarias en verano.

Aunque las intoxicaciones alimentarias pueden aparecer en cualquier época del año el verano es probablemente la época del año en la que más intoxicaciones alimentarias se producen. Las intoxicaciones alimentarias son más frecuentes en verano por el calor, pero siempre o casi siempre van acompañadas de un mala manipulación e higiene cuando se preparan los alimentos.

Por ejemplo, una de las intoxicaciones más frecuentes en verano es la salmonelosis provocada por el consumo de huevos. En verano tenemos temperaturas elevadas que permiten que en el caso de que el huevo esté contaminado tenga condiciones ideales para desarrollarse y crecer, pero esa contaminación puede aparecer igual en invierno, pero la temperatura ambiental es más baja y no es idónea para el crecimiento microbiano y por eso es más difícil que se produzcan las intoxicaciones.

Salmonelosis por consumo de sandías y melones.

Aunque el consumo de frutas como la sandía y el melón no se suelen asociar a las intoxicaciones alimentarias todos los años se producen varios brotes de salmonelosis provocadas por el consumo de estas frutas. Algo que además se ha visto aumentado en los últimos años con la tendencia a comprar las sandías y los melones cortados en el punto de venta.

Las sandía y melones pueden estar contaminados en la superficie por salmonella y esos microorganismos, aunque no nos comemos la cáscara, pueden llegar a la carne al cortar la fruta. Cuando esto ocurre en casa generalmente comemos la fruta en el momento, por lo tanto no le damos tiempo de crecer, pero si dejamos la fruta a temperatura ambiente hasta la siguiente comida ya le estamos dando comida, tiempo y temperatura para que se desarrolle la salmonella.

Y esto es lo que ocurre en los comercios donde se vende fruta cortada. La fruta cortada se debe guardar siempre en refrigeración. Y por supuesto que las sandías y los melones de deberían lavar antes de cortar ya que son frutas que crecen sobre la tierra.