Falsos mitos nutricionales.

Los mitos nutricionales tienen un peligro y es que no sepamos distinguirlos, o no tengamos suficientes conocimientos de nutrición para saber si son ciertos o no y que si nos los creemos es posible que nos lleve a cometer errores en nuestra alimentación.

Muchos de esos mitos nutricionales suelen estar asociados con adelgazar o con la pérdida de peso. Y muchos de estos mitos también están asociados al consumo de frutas. Que si las frutas engordan, que si tienen demasiado azúcar, que si fermentan y un largo etcétera que casi nunca es cierto.

Uno de estos mitos es la frase “no se debe comer fruta por la noche” porque engorda o porque resulta indigesta.

Realmente la fruta tiene el mismo contenido calórico a cualquier hora del día por lo que no puede engordar más en un momento que en otro.

La fruta por la noche no engorda.

La creencia de que la fruta por la noche engorda está muy arraigada y puede suponer un problema si se desplaza el consumo de fruta y se sustituye por otros postres que realmente pueden ser más calóricos y mucho menos nutritivos como por ejemplo postres lácteos tipo natillas, flan o yogures azucarados que además aumentan el aporte de azúcares libres de la dieta.

Realmente lo que nos tienen que preocupar para no engordar es el total de la dieta, todo aquello que ingerimos. No solo lo que comemos, sino también lo que bebemos ya que muchas veces no contamos las calorías que aportan las bebidas, especialmente las bebidas azucaradas, los zumos y las bebidas alcohólicas.